Lost in Translation
Se respira un dulce aire... Es marzo, el comienzo de la primavera y de los cerezos en flor. Por supuesto, llego a Japón con un montón de imágenes de postales en la cabeza. Pero… ¿se ajustará el sentir del vivir Japón a lo que la sociedad occidental fantasea? El Japón milenario de los samuráis y las geishas o el Japón de los mangas y la ultra tecnología ¿Cuál me explotará en la cara? Un viaje fascinante y una magnífica experiencia en la que hay que olvidar sus referencias y dejarse llevar por el encanto de este pueblo y esta cultura.
Muy rápidamente siento la dualidad de estos dos Japón que cohabitan y se fusionan en uno solo. La calma y la serenidad de una ceremonia del té mitigan el bullicioso frenesí de las aceras de Shibuya. La redondez y la elegancia de las curvas del Shodo1 chocan y se entremezclan con las líneas de acero de las torres que se elevan hacia el cielo.
Los japoneses han creado un diálogo permanente y visualmente armonioso entre lo ancestral y lo moderno, dos facetas de una misma cultura de la belleza y el refinamiento. El esteticismo y la armonía son un aparente arte de vivir en esta sociedad que se rige por normas y códigos de conducta muy precisos.
"Cultura de la belleza y el refinamiento"
Durante este viaje, imprimo en mi universo pictórico una serie de fragmentos de imágenes y sensaciones asociadas. El papel de arroz con su textura ligeramente rugosa bajo los dedos; los colores empolvados, el juego de transparencias para no revelar demasiado. En el universo visual japonés todo conduce al tacto, a la sensualidad. El ligero sonido del agua hirviendo en la tetera para la preparación de la ceremonia del té, el suave color verde del Matcha. La calma de una casa de té, la silueta difusa de una Maiko2 que se perfila a través del shoji3, sus movimientos elegantes, amplios y delicados. Su maquillaje y su peinado están cincelados como el cuadro de un maestro, la tela bordada de su kimono la hace parecer sacada de un grabado de la tradición ukiyo-e4. El rojo flamígero de las hojas de arce destaca sobre un cielo claro de marzo, la sombra alargada de un templo.
"Juego de transparencias"
Toda esta estética se encuentra en las viviendas japonesas, tanto tradicionales como modernas. Al igual que en la tradición ukiyo-e, donde la naturaleza es el centro de todo, el diseño de la casa Machiya5 lleva la naturaleza a la vivienda. Un flujo cruza desde la entrada principal en la calle hasta la salida trasera que abre la casa a un pequeño jardín japonés. El espacio es minimalista, discreto, sutil, como los japoneses. El lugar es propicio para la serenidad y la meditación. Una ligera brisa entra y hace girar el origami.
"La tela bordada de su kimono"
1Caligrafía
2Aprendiz de geisha
3Tabique de papel de arroz
4Imágenes del mundo flotante
5Casa tradicional en Kyoto