El cliente tenía ganas de un cuarto de baño amplio, luminoso y despejado, con una gran ducha. Pero el cuarto actual es oscuro, está situado al fondo del piso, al final de un pasillo sin luz natural, ¡Pero el cliente no tenía presupuesto para trasladar el cuarto de baño, o cambiar por completo la organización del piso! Otra prioridad era liberar espacio en la cocina trasladando la lavadora.

Para que entrara la luz natural, se abrió una ventana horizontal en la parte alta de la pared entre el cuarto de baño y el dormitorio. La sensación de amplitud se debe a la ducha a ras de suelo, con una gran mampara de cristal y grandes baldosas de cerámica clara en el suelo que se extienden a la pared de la ducha. Las demás paredes, para mantener la unidad, se trabajaron con un bonito enlucido de sílice color lino. Este enlucido, aplicado con llana, aporta calidez. Por último, la combinación de mineral, madera y aluminio confiere al conjunto una sensación muy rústica con un toque de sofisticación. No se ha olvidado la zona de lavandería: entre el dormitorio y el cuarto de baño se ha creado un gran armario, que también proporcionará espacio para guardar la ropa de baño.

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