Esta clienta quería un ambiente relajante en su cuarto de baño. Añadiendo una bañera grande puede evadirse en un ambiente exótico-industrial a la luz de las velas. También hemos creado un efecto más envolvente bajando el techo, utilizando un precioso azul intenso a juego con los zelliges de las paredes. Funcional, ergonómico y bonito. 

Este cuarto de baño de casi 9m2 es impersonal, estrecho, oscuro, con poco almacenaje y el espacio está muy mal organizado.
El tamaño de la ducha se reduce, no obstante, con las paredes de cristal damos una sensación de amplitud. Ya no hay tabiques, sino un espacio abierto y luminoso. La bañera ocupa un lugar privilegiado frente a los grandes ventanales, y se ve realzada por los bonitos zelliges azules suavizados por el color roble claro del suelo.
El aseo ya no está alineado con la entrada, lo que le confiere mayor intimidad.
El resultado es un espacio moderno con un fuerte carácter y una sensación de relajación.